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lunes, 15 de marzo de 2010

Por querer vestirse de "salvador"...

"No hacen falta los héroes en el fútbol"...La frase que inicia esta reflexión pertenece a Marcelo Bielsa, quien la aplicó en un entrenamiento de la selección chilena, a la que actualmente dirige, ante algunas apariciones acrobáticas de Arturo Vidal, uno de los futbolistas más habilidosos del plantel.
Ayer, mientras Racing se ahogaba por propias insuficiencias y la promoción aparecía nuevamente en el horizonte, Claudio Bieler generó que el equipo contara con un penal para buscar el empate. En un momento de suma presión, en el que un punto servía para que La Academia no quedara debajo de Central en la tabla de promedios (el empate era el mal menor a esa altura de la noche), la decisión del capitán de Racing, Claudio Yacob, de patear el penal, asombró a los espectadores. También a Bieler, consagrado goleador en su paso por el fútbol de Ecuador, quien observaba sin entender porqué el mediocampista central le quitaba la pelota para hacerse cargo de la pena máxima.
La situación que atraviesa la institución parece no ser comprendida por el capitán del equipo, quien prefirió el lucimiento personal por encima de la necesidad de conjunto. El egoismo de Yacob perjudicó a Racing, por lo que su desempeño (aceptable hasta la instancia del penal) pierde cualquier crédito por su actitud individualista.
Este análisis no quiere establecer que el volante sea el único responsable de una nueva desilusión, pues todo el equipo no respondió para conseguir un triunfo que era vital para ratificar el buen trabajo exhibido en La Bombonera, pero su intromisión en un campo que no le pertenecía (jamás había pateado un penal en partidos oficiales y Bieler se había "cansado" de hacerlos en Liga de Quito) sobredimensiona comprensiblemente su ingerencia en un resultado adverso.
Otro partícipe que tiene una gran cuota de responsabilidad en este duro revés es Miguel Angel Russo, quien no realizó ninguna modificación cuando se evidenciaba que el equipo no tenía la pelota ni sabía cómo administrarla cuando la conseguía.
Para salir adelante, cada protagonista debe entender su rol y cumplir su función. Sin buscar las tapas de los diarios, ni con actitudes demagogas, simplemente haciendo lo que corresponde dentro del campo de juego. Por la incapacidad del conjunto, la pasividad de Russo y la búsqueda de un heroísmo innecesario de Yacob, Racing volvío a perder...Y regresó a la promoción.

Matías Ruffet

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